- La Educación Tradicional: caracterizada por un claro distanciamiento entre los roles de profesor y alumno y un predominio de la autoridad en la figura del maestro el cual, exige obediencia sobre todas las cosas encarnando una figura paternalista.
Es el centro del proceso de enseñanza, con un dominio absoluto del tema, un buen orador, y con habilidades para dirigir; se encarga de seleccionar y organizar los contenidos, métodos, técnicas, materiales, etc.
Le corresponde transmitir sus saberes y exige a sus alumnos la memorización de lo que narra y expone.
En este tipo de educación el docente no siempre conoce cómo se lleva a la práctica el saber que transmite, simplemente lo transmite.
ALUMNO
Juega un papel pasivo, con poca independencia cognoscitiva y pobre desarrollo del pensamiento teórico.
Las actividades de carácter práctico que realiza son más escasas; su educación se basa más en la explicación teórica; el estudiante recibe información en silencio, repite y memoriza. No tiene espacio para la reflexión, pues el saber ya está dado. Él no sabe nada en realidad y se le evalúa mediante la medición de conocimientos y no por la generación o construcción de estos.
- La Educación Actual: hay un acercamiento entre maestro y alumno, eliminando la figura autoritaria del educador el cual, se preocupa más por la asimilación de los conocimientos adecuando los métodos de enseñanza, y por formar a personas emocional e intelectualmente capaces de desenvolverse activa y positivamente en la sociedad actual, mas que por la ciega obediencia de sus pupilos.
Abandona la posición de "eje central" en la enseñanza fomentando la bidireccionalidad de esta. La intervención de los alumnos durante las explicaciones se convierte en una característica común hoy en día y, en una meta buscada por el profesorado. Se intenta que los conocimientos se asimilen y se razonen, se fomentan las actividades prácticas y hay una mayor disposición al servicio del alumnado.
ALUMNO:
Pasa a ser un elemento activo en el aula, con voz y pensamiento, al que se le incita a reflexionar y a deducir las soluciones a los problemas planteados. Se le facilitan ayudas para la comprensión de los conocimientos y se aumenta su participación en el centro de estudio.
Conclusión
Dotar a los jóvenes de voz y voto, reforzar (y mejorar) los métodos de enseñanza, promover el acercamiento y la disposición de los, en antaño, "dictadores" del pequeño Estado que era su clase, al igual que la elección de la enseñanza práctica, son medidas que podríamos considerar un avance en la Educación a lo largo de la historia, las cuales ayudarán a formar a personas íntegras, racionales e inteligentes que constituirán la futura sociedad que continuará innovando y, esperemos, mejorando el mundo.
